Practicar Aikido desarrolla una gran capacidad física, coordinación, flexibilidad, concentración, equilibrio (físico y mental) y contribuye a que los niños se sientan mejor con su cuerpo dándoles mayor confianza en sí mismos y mejor comunicación con los adultos.
Las clases de Aikido para niños están orientadas a brindarles espacios para, a través de diversas situaciones, explorar y desarrollar todas sus capacidades físicas, mentales, espirituales y sociales.
A través de juegos, técnicas de defensa personal y diversos ejercicios en un clima divertido y dinámico, se integran todos los aspectos esenciales en el aprendizaje de los niños. De esta manera se logra que sientan curiosidad ante nuevas situaciones y se muestren dispuestos al cambio.
Pero, ¿Por qué los niños deben practicar Aikido?